Juan bautista Alberdi
Obras políticas
Edición de Oscar Terán
Barcelona 2022
linkgua-digital.com
Créditos
Título original: Obras políticas
© 2022, Red ediciones S.L.
e-mail: info@linkgua.com
Diseño de cubierta: Michel Mallard.
ISBN rústica: 978-84-9007-674-3.
ISBN ebook: 978-84-9007-372-8.
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Sumario
Créditos 4
Brevísima presentación 11
La vida 11
Política y sociedad en Argentina 13
Prefacio al fragmento preliminar al estudio del derecho 13
II 20
III 40
IV 47
La República Argentina, treinta y siete años después de su Revolución de mayo 53
Palabras de un ausente en que explica a sus amigos del Plata los motivos de su alejamiento 75
La ausencia y libertad 75
Patriotas para quienes el patriotismo de otro es crimen de lesa patria 77
Caso en que la ausencia es patriotismo 78
Por qué el autor dejó su país 80
La libertad de su país ha ocupado la ausencia del autor 82
La alianza y la guerra 85
La traición 86
La traición según los caudillos y según los patriotas 88
El honor nacional 90
El crimen de la guerra no excluye la gloria del soldado 94
Civilización y barbarie 96
El patriotismo y no el crimen es el obstáculo de los caudillos 98
Barbarie letrada 99
Lo que era Facundo Quiroga 100
La candidatura oficial es una revolución 102
Influjo de la biografía en el biógrafo 103
El Facundo traducido en gobierno 105
Errores históricos y económicos del autor del Facundo 106
En qué sentido las campañas argentinas representan la civilización del Plata 108
La civilización moderna es la seguridad 110
La inseguridad es la barbarie 112
Las instituciones copiadas al daguerrotipo 114
Hay casos en que oponerse al gobierno es atender la autoridad 115
Conclusión 118
Introducción y segunda parte de la República Argentina consolidada en 1880 con la ciudad de Buenos Aires por capital 121
Prefacio 121
Introducción 129
I 129
II. Continuación del mismo asunto 134
III. Continuación del mismo asunto 137
[...] Segunda parte 145
Capítulo único 145
II. La erección de la ciudad de Buenos Aires en capital de la Nación, le deja intacta y asegurada su importancia de Provincia 147
III. La pretendida causa de Buenos Aires, y sus pretendidos defensores, en las cuestiones pasadas 152
IV. La autonomía de Buenos Aires a lo Rosas, causa de atraso para todos los argentinos 155
V. La llamada autonomía de Buenos Aires, muy peligrosa como se entendió antes de ahora, puede ser combinada con los intereses de la Nación 156
VI. Revolución del 11 de septiembre. Causa (llamada) de Buenos Aires, que era de ruina para Buenos Aires, económicamente entendida 159
VII. Constitución provincial de Buenos Aires. Revolución del 11 de septiembre de 1852. Continuación del párrafo anterior 162
VIII. Constitución colonial de nuestro país, que ha sobrevivido de hecho a la Independencia 163
IX. La Buenos Aires del tiempo colonial 164
X. La moderna Buenos Aires. Nuevos destinos, nueva vida, nueva sociedad 166
XI. La nueva Buenos Aires. Continuación 168
XII. Moderna Buenos Aires. Objeciones y resistencias a ella 172
XIII. La omnipotencia del Estado provincial de Buenos Aires indiviso, era la ausencia de la libertad en los usos políticos de su sociedad 173
XIV. De cómo los monopolios de la Provincia-metrópoli han retenido el desarrollo del sur de la República 175
XV. Lo que gana la ciudad de Buenos Aires con separarse de la Provincia, para ser capital de la Nación 176
XVI. Lo que ganará la ciudad de Buenos Aires con ser capital de la Nación 178
XVII. Beneficios que deriva Buenos Aires de la consolidación de la República 180
XVIII. Preocupaciones y sofismas políticos que conviene disipar en servicio de la paz 183
XIX. La nueva Buenos Aires será la corona austral de la República Argentina 184
XX. Capital y Constitución para Buenos Aires 186
XXI. Capital de la Provincia de Buenos Aires 188
XXII. Nueva Constitución de Buenos Aires, según sus nuevos intereses 189
XXIII. La reinstalación de la ciudad de Buenos Aires en Capital de la Nación, hecha en 1880, es la primera revolución efectiva contra el régimen realista de este país 191
XXIV. La vida de Buenos Aires para el trabajo industrial, intelectual, no podrá ser la de París 194
XXV 195
XXVI. Sofismas de forma y de falta de oportunidad 197
XXVII. Pretextos de oposición y reacción 198
XXVIII. Buenos Aires austral, y la inmigración del norte de Europa. Garantías de progreso futuro 199
XXIX. Garantías de progreso del nuevo orden de cosas 200
XXX. Una situación crítica demanda una política extraordinaria 201
XXXI. Prensa que conviene al nuevo orden de cosas 202
XXXII. La prensa que conviene a la seguridad del nuevo orden de cosas 203
La omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual 208
1880 208
Libros a la carta 233
Brevísima presentación
La vida
Juan Bautista Alberdi (Tucumán, 1810-París, 1884). Argentina.
Era hijo de un comerciante español y de Josefa Aráoz, de la burguesía tucumana. Su familia apoyó la revolución republicana; Belgrano frecuentaba su casa y Juan Bautista lo consideró un gran militar y un padrino, dedicando numerosas páginas a defender su figura. Esta actitud lo hizo polemizar con Mitre, y ganarse la enemistad de Domingo Faustino Sarmiento.
Alberdi estudió en el Colegio de Ciencias Morales de Buenos Aires y abandonó los estudios en 1824. Por esa época, se interesó por la música. Poco después estudió derecho y en 1840 recibió su diploma de abogado en Montevideo.
Fue autodidacta. Rousseau, Bacon, Buffon, Montesquieu, Kant, Adam Smith, Hamilton y Donoso Cortés influyeron en él. En 1840 marchó a Europa. Volvió en 1843 y se asentó en Valparaíso (Chile) donde ejerció la abogacía. En otro de sus viajes a Europa como diplomático, pretendió evitar que las naciones europeas reconocieran a Buenos Aires como nación independiente y se entrevistó con el emperador Napoleón III, el Papa Pío IX y la reina Victoria de Inglaterra. Mitre y Sarmiento lo odiaron.
Alberdi vivió entonces fuera de Argentina y regresó en 1878, cuando fue nombrado diputado nacional. Había sido diplomático durante catorce años. Las cosas habían cambiado: Sarmiento envió a su secretario personal a recibirle y lo abrazó. Sin embargo, los mitristas impidieron que fuera otra vez nombrado diplomático, en esta ocasión en París. Murió en un suburbio de dicha ciudad el 19 de junio de 1884.